EL PASADO EN LA PRAXIS INDIANISTA

Roger Adán Chambi Mayta[1]

El indianismo como ideología política de liberación de la opresión de las sociedades victimas del colonialismo, exige a sus prosélitos, un cambio en el modo de comprender la realidad social. Insta a que la historia (entendida como el pasado que evidencia y explica rasgos del presente) patrocinada desde las instituciones del Estado, sea duramente cuestionada y reemplazada, ya que es a partir de ella que los aparatos de poder junto a sus castas, han legitimado y legitiman su dominación colonial en este territorio andino. De ahí que el pilar fundamental para ser indianista es el asumir una conciencia histórica, puesto que no se comprende la condición del indio sin recurrir al pasado. Se acude a la historia (no oficial) para entender la invasión colonial y argumentar el porqué del rebate sin tregua entre indios y blancos. 

Es en el pasado pre colonial donde se encuentra las fuentes de inspiración del modelo económico, político y social de las demandas indianistas. En la quinta parte de su libro, El Indio y la Revolución, Guillermo Carnero Hoke argumentaba la conciencia histórica diciendo que “los que no saben de dónde vienen históricamente, jamás sabrán a donde van históricamente”[2], para este autor, el indio que quiera liberarse de las “desgracias” que le aquejan desde la llegada de los españoles, debe empezar por “saber cómo fue el Tawantinsuyo, sus obras, sus tradiciones, su organización y su gobierno comunitario”[3]. Por otro lado, Fausto Reinaga en la Tesis India, recomendaba a la juventud que “debe con su conciencia abierta asomarse, aproximarse a su pasado materno, donde está y donde descubrirá su propia y cósmica personalidad”[4]. Ayar Quispe, en la misma dirección, decía que “es preciso por una necesidad histórica profunda volver la mirada anhelante al pasado maravilloso, pues de ella brotará la gran luz de liberación para nosotros los indios”[5].

De modo que es a partir de la historia que el indianismo realiza su análisis de la realidad social y a la vez su proyección como ideología de liberación de los pueblos oprimidos. Sin embargo, ese modo de mirar el pasado maravilloso pre colonial y su quiebre funesto a raíz de la invasión europea, no ha traído en sus resultados, un cambio concreto en la vivencia de los indianistas, y peor aún, en los pueblos oprimidos por el sistema colonial. El sentimentalismo con que el indianista ha leído su pasado lo ha mantenido en una situación de añorar una realidad que jamás lo ha palpado (pero aun así imagina volver a ella) y a la vez reforzar su animadversión a su opresor.

Digo que no se ha tenido cambios concretos en la vivencia, porque en la práctica, dentro los círculos indianistas, he podido evidenciar ciertas actitudes y rasgos (sobre todo en los indianistas ortodoxos) que considero deben ser analizadas de manera crítica para encaminar la ideología apartada de los errores de nuestros antecesores, puesto que es preocupante ver en las nuevas generaciones la herencia de taras que han impedido el avance del indianismo.

Uno de esos rasgos, y el más importante por ser determinante en el indianismo, es el modo en que se mira el pasado y el uso que se le da en la práctica, ya que se acude a ella no solo para comprender la situación de dominación en la que el indio está inmerso (conciencia histórica), sino también para justificar los penares y desaciertos del indio en la sociedad, de ahí que el análisis típico es: si el indio en la actualidad es discriminado, pobre y oprimido, es a causa de la invasión europea que saqueó nuestros recursos y que trajo a estas tierras andinas la estratificación social donde el indio está en el bajo escalafón a diferencia de los q’aras dominantes. Se habla de la invasión europea como un hecho fatal y responsable de las desgracias que hoy vive nuestro pueblo.

A partir de esta manera fatalista de comprender la realidad, el horizonte que el indianismo se ha trazado es el Poder Indio, el cual implica que el sujeto colonizado junto a su ideología de liberación, deben tomar el poder para conformar el Segundo Tawantinsuyo “mejorado y corregido”, puesto que es solo en ese sistema de vida que el indio se liberará de la opresión q’ara. Es decir, la pobreza y vida lacerante del indio en el Estado colonial solo cambiará cuando éste sea reemplazado por un Estado propio.

¿Qué se hace mientras eso no suceda? y sobre todo ¿qué se hace ante la población que se pretende liberar? Teóricamente se dice que se debe avivar la conciencia india del pueblo oprimido, la cual parte por fomentar la conciencia histórica. Henrry Quispe señala que “el indianista que tiene la conciencia histórica automáticamente debe difundir, propagar y mostrar el camino a los indios sumisos. Debe trabajar como un evangelista o cristiano”[6], esto para encaminarse al camino de la liberación total ¿Se pone eso en práctica? de ser así ¿Cuáles son los resultados?

Se suele decir que mientras se espera el advenimiento de la toma del poder, el indio debe envalentonarse ante su opresor, debe fortalecer su ira. Se dice que aquel indio que asume la conciencia histórica es un indio rebelde y por ende ya no es sumiso, ya no mira a su opresor de reojo, ya no le tiene reverencia, es decir, se libera. Sin embargo, se puede evidenciar en la práctica, que eso es discutible, ya que existe indianistas que en su accionar aún pregonan ser víctimas de la opresión del sistema colonial.

La actitud de esperar que el pueblo oprimido (que en nuestro caso serían los aymaras) adquiera conciencia histórica para tomar el poder y posterior a ello desatar la liberación, ha resultado ser ingenua, ya que se ha acudido al pasado solo para justificar la vida de dolor y las carencias de la actualidad de los colonizados. Esa actitud ha hecho que los indianistas ortodoxos se queden pausados en sus acciones y alejados de su realidad.

De modo que el análisis indianista contemporáneo debe comprender que la herida colonial es un hecho que se puede superar desde ahora, debe comprender que el camino hacia su liberación se construye a diario dejando el tormento del pasado. Debe ser consiente que el escenario de lucha, en primera instancia, está en el cambiar los sentidos comunes de la sociedad colonial. Evidentemente esto implica salirse del dogma indianista, lo cual lo veo saludable, ya que considero, al igual que Jean-Paul Sartre, que el rol de los que piensan y que se han dado la tarea de comprender la sociedad, parte por “ser fiel a una realidad política y social, pero que no se deja de ponerla en duda”[7]

Al respecto es estimulante saber que se han conformado, recientemente, agrupaciones en torno a la defensa del idioma Aymara, que siguen esta lógica y no se quedan en la nostalgia y el rencor que lastimosamente los indianistas ortodoxos adoptan producto del modo sensitivo de ver el pasado.

Recuerdo que, a mediados del 2016, fui invitado por parte de los hermanos de Aymar Yatiqaña[8] a una reunión para organizar un festival Aymara en la ciudad de El Alto. La reunión se instaló en el comedor del céntrico edificio Illimani de la calle dos de La Ceja, al llegar a la reunión fui testigo de una de las escenas que confundía a los transeúntes de dicho comedor, puesto que los hermanos y hermanas de Aymar Yatiqaña estaban cambiando con su accionar el sentido común del ser Aymara. En una extensa mesa del galante comedor, se encontraban reunidos los y las integrantes de dicho grupo (jóvenes estudiantes y profesionales), coordinando la logística del evento a realizarse, donde cada quien manejaba sus dispositivos electrónicos (entre laptops y smartphones) para simplificar la planificación. Acompañados de un néctar natural al hielo, toda la reunión se llevó en el idioma Aymara, donde cada hermana y hermano hacia uso de la palabra en un Aymara fino[9], lejos de esos tonos beligerantes o místicos muy frecuentes dentro del indianismo. La fluidez y la tranquilidad con que se expresaban, denotaba su seguridad y la ausencia del sentirse oprimido. Se estaba pensando en Aymara, se estaba coordinado en Aymara, se estaba escribiendo en Aymara, se estaba haciendo uso de las redes sociales en Aymara, todo esto sin la pretensión de sentirse superiores o inferiores, simplemente se estaba planificando una actividad en el idioma madre.

Ese escenario a primera impresión dejaba perplejos a aquellos que se asomaban a la mesa, puesto que no era común ver en ese espacio a jóvenes aymaras contemporáneos interactuando en el idioma Aymara sin complejos. Considero que la liberación, en primera instancia, va por ese camino, cambiando los imaginarios y estereotipos que se han creado de nuestra gente, de ahí que antes de la política, el rol del arte y la cultura es elemental en ese proceso.

Se debe acudir al pasado para entender las relaciones coloniales aún vigentes, sí, pero no se debe caer en el simplismo de justificar con el pasado la vida lacerante, ya que el cambio de esta parte de nuestro accionar, porque es modificable y no un fatal destino.


Roger Adan Chambi Mayta


[1] Militante indianista miembro del Colectivo Curva

[2] Pag. 72. En Carnero Hoke, Guillermo. EL INDIO Y LA REVOLUCION (1979) Editora Prensa Peruana. Perú.

[3] Ibid.

[4] Pag. 141. En Reinaga, Fausto. TESIS INDIA (1971) Impreso por el Partido Indio de Bolivia. La Paz - Bolivia

[5] Pag. 45. En Quispe, Ayar. INDIANISMO (2011) Ediciones Pachakuti. Qollasuyu

[6] Henry Quispe, en la Revista mensual TIRO FIJO. No. 17. Pag. 13

[7] Pag. 54. En Bolivar Echevarria y Carlos Castro. SARTRE, LOS INTELECTUALES Y LA POLITICA. Siglo XXI editores. España

[8] Aymar Yatiqaña es grupo de jóvenes aymaras que promueven la difusión y aprendizaje del idioma Aymara, mediante diferentes actividades, pero sobre todo mediante las redes sociales, como el Facebook y el whatsapp.

[9] Uso el término “fino” para diferenciarlo del Aymara mal hablado, donde las palabras se mezclan entre el castellano y el Aymara. Es decir, el Aymara qhallu qhallu


Comentarios

mensagensnanett ha dicho que…
É necessário um activismo global!
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A alta finança (capital global) pretende dividir/dissolver as Nações... terraplanar as Identidades... para assim melhor estabelecerem a Nova Ordem Mundial: uma nova ordem a seguir ao caos – uma ordem mercenária (um Neofeudalismo).
{Obs: por todo o lado existem marionetas ao serviço da alta finança - capital global}
As marionetas da alta finança odeiam Donald Trump porque ele TOCOU NUM TEMA TABU: fronteiras/Identidade!...
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Todos diferentes, todos iguais... isto é: todas as Identidades Autóctones devem possuir o Direito de ter o SEU espaço no planeta (nota: inclusive as de pouco rendimento demográfico... inclusive as economicamente pouco rentáveis).
Pelo legítimo Direito à Sobrevivência das Identidades Autóctones:
- http://separatismo--50--50.blogspot.com/
---»»» É NECESSÁRIO UM ACTIVISMO GLOBAL: leia-se, as múltiplas Identidades Autóctones (no continente europeu e não só) em risco de sobrevivência... devem contactar entre si... e devem manifestarem-se a nível global.
-» Imagine-se manifestações na Europa, na América do Norte (Índios nativos), na América do Sul (Índios da Amazónia), na Ásia (Tibetanos), na Austrália (Aborígenes), ETC... manifestações essas envolvendo, lado a lado, participantes dos diversos continentes do planeta... tais manifestações teriam um impacto global muito forte.
O primeiro passo será/é ir divulgando a ideia de SEPARATISMO-50 nos países aonde a população nativa está sendo submergida pelo crescimento demográfico imparável dos não-nativos naturalizados.
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Democracia sim; mas é preciso dizer não ao nazismo-democrático, leia-se: é preciso dizer não àqueles que pretendem democraticamente determinar o Direito (ou não) à Sobrevivência de outros, isto é, ou seja, é preciso dizer não àqueles que evocam pretextos para negar o Direito à Sobrevivência de outros (nota: nazismo não é o ser 'alto e louro', bla bla bla,... mas sim a busca de pretextos com o objectivo de negar o Direito à Sobrevivência de outros!); dito de outra maneira: os 'globalization-lovers', UE-lovers e afins, que fiquem na sua... desde que respeitem os Direitos dos outros... e vice-versa.
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P.S.
'Aquilo' está bem recheado de infiltrados:
- os nacionalistas FN, PNR's e afins... SABEM que há séculos que os interesses económicos patrocinam a substituição populacional de povos autóctones... SABEM que há séculos que as Casas Reais e a Igreja Católica se vendem aos interesses económicos [participaram inclusive no branqueamento de Holocaustos Massivos: povos nativos economicamente pouco rentáveis e teimosos - isto é, ambicionavam ter o seu espaço no planeta, e ambicionavam prosperar ao seu ritmo - levaram com um Holocausto Massivo em cima]... SABEM que são múltiplas as Identidades Autóctones (no continente europeu, na América do Sul, na América do Norte, na Austrália, etc) em risco de sobrevivência, todavia, no entanto, insistem em manifestações isoladas... procurando bloquear o necessário activismo global para enfrentar a ameaça global: a alta finança (capital global).

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