PROPUESTA URGENTE


ACCIONES SOCIALES Y CULTURALES FRENTE AL COVID-19 DIRIGIDA A COMUNIDADES INDÍGENAS, SINDICATOS, FEDERACIONES, ASOCIACIONES, COLECTIVOS Y FEJUVE

EL CONTEXTO SOCIAL BOLIVIANO
En Bolivia, 80 % de las personas se dedica al trabajo informal, gran parte de esta gente vive al día y necesita generar dinero para poder subsistir, pues se encuentra en situación de pobreza.
La mayoría de la población boliviana tiene procedencia indígena, este origen muchas veces es causa de discriminación. A su vez, gran parte de estas personas no confía en la medicina general y recurren a la medicina tradicional.
Desde octubre de 2019, la sociedad boliviana atraviesa una polarización política que no ha logrado solucionar, esta polarización se agudiza con la crisis del COVID-19. Por esta razón, las medidas que el gobierno transitorio dispone son criticadas o celebradas, por cada uno de los polos enfrentados.
Uno de los grandes potenciales de la población boliviana es la capacidad organizativa de su población, casi todos los bolivianos pertenecen a una organización social, sea territorial (federaciones campesinas, naciones originarias y pueblos indígenas), gremiales y obreras, vecinales, e inclusive, profesionales.
El COVID - 19 y la cuarentena
A la llegada del Covid-19 a Bolivia, el gobierno impuso algunas medidas de seguridad, y pronto, decretó la cuarentena total para evitar el contagio masivo, activando un alerta general, pero además, los conflictos sociales mencionados. Las economías de subsistencia especialmente populares entraron en crisis, y se manifestó la urgencia de la sobrevivencia en una resistencia a la cuarentena. Una parte de la población boliviana, con acceso a la educación, trabajo formal y medios de información, criticó duramente a los grupos sociales que no acataban la cuarentena, se exaltaron las históricas discriminaciones coloniales, clasistas y racistas de la sociedad.
Se han desarrollado movilizaciones sociales (Riberalta, San Julián, San Borja) protagonizadas por personas que no pueden sostener la cuarentena por razones de subsistencia económica y alimentaria.
Las medidas gubernamentales evidencian una falta de conocimiento sobre las características y estrategias de sobrevivencia de la mayoría de la población boliviana, su capacidad organizativa y sus valores sociales. De tal modo, el nivel de coordinación es insuficiente e incoherente. Sus políticas generan aglomeración de personas, por ejemplo, para el cobro de bonos, rentas y otros trámites bancarios, poniendo en riesgo precisamente a la población más vulnerable, los ancianos.
La estrategia gubernamental de comunicación y concientización sobre el COVID-19, en lugar de abordar las etapas lógicas de una pandemia y socializar protocolos adecuados culturalmente; ha recurrido la estrategia de la propagación del miedo haciendo énfasis en las consecuencias más que en las estrategias de prevención, tratamiento y prueba. Desaprovechando el recurso de la comunicación como un arma potente contra el virus, desperdiciando una infinidad de recursos digitales y creativos, para llegar a una población diversa y en definitiva, derrochando el tiempo.
Las organizaciones sociales frente al COVID-19
La cuarentena logró contener la infección masiva; sin embargo, gran parte de la población ya no puede sostener su economía. Si toda esta población rompe la cuarentena en busca de asistencia, nos exponemos todos al contagio masivo.
Ante la crisis, se organizan varios grupos de jóvenes a través de redes sociales, para hacer ollas comunes y campañas de limpieza y desinfección colectiva. En varios barrios se crearon grupos en WhatsApp para la recolectar alimentos para familias que viven en extrema pobreza, muchas comunidades indígenas decidieron confinarse dentro de sus territorios para evitar el contagio, algunos sindicatos de transportistas repartieron canastas de alimentos a sus afiliados. Todas estas iniciativas se vienen multiplicando y deben ser tomadas en cuenta.
Este panorama muestra la urgente necesidad que los sindicatos y federaciones campesinas, naciones, markas y ayllus originarios, capitanías y pueblos indígena y otras organizaciones sociales se apropien del problema y sean protagonista a la hora de dar soluciones alternativas, todas ellas poseen una capacidad de respuesta a diversas contingencias de manera efectiva y están en condiciones de generar planes y  protocolos de acción que permitan sobrellevar la cuarentena y preparar un terreno menos vulnerable  para empezar a salir de la crisis.
Los planes y protocolos (reglamentos) deberían incluir mínimamente los siguientes puntos y considerar los contextos peculiares a cada caso, por ejemplo, en muchas comunidades rurales no llega el internet y las redes sociales no son adecuadas; y por otra parte, muchas familias no participan de las reuniones de sus barrios, pero sí de sus organizaciones gremiales u otras.

  1. ACTIVAR EL CONTROL TERRITORIAL
        Garantizar el cumplimiento de la cuarentena familiar y comunitaria debería ser una función asumida por las comunidades, los sindicatos, los ayllus, los barrios y zonas vecinales. La intervención policial o militar deberá ser una opción solo en casos excepcionales.

        Establecer amonestaciones a personas que incumplan, por el bien de las comunidades, los sindicatos, los ayllus, los barrios y zonas vecinales.

     Identificación de población vulnerable en la comunidad, los sindicatos, los ayllus, los barrios y zonas vecinales. como ser: familias en situación de pobreza, personas de la tercera edad sin asistencia, enfermos dependientes, personas con capacidades especiales, madres solteras y jefas de familia, entre otros. Elaborar un plan de ayuda.
     Cuidar a quienes nos cuidan: Dentro nuestras comunidades, ayllus, barrios y zonas existen personas que no pueden abandonar su trabajo porque su participación es esencial para garantizar el bienestar de la población no solo durante la cuarentena: personal médico, agricultores/as, panaderos,recolectores de basura,cajeros de supermercado, personal de limpieza de la alcaldía, transportistas y otros. Estas personas exponen su salud por lo tanto se debe coadyuvar en su labor y redoblar acciones cuidado comunitario hacia ellos.

  1. MEDIDAS SANITARIAS: LIMPIEZA, DESINFECCIÓN COMUNITARIA Y TRATO FRENTE AL COVID-19
     En muchas comunidades y barrios la medicina tradicional juega un rol importante y seguramente ya está siendo usada como coadyuvante para prevenir y tratar el COVID-19. Es momento de recurrir al conocimiento de los abuelos y abuelas sobre cómo peleaban con enfermedades infecciosas y realizar prácticas de prevención colectivas, con insumos naturales, de fácil acceso económico y sin contaminantes para el ambiente.
     Familiarizarse con los protocolos de salud emitidos por las autoridades para saber qué hacer en caso de sospecha, paralelamente preparar una estrategia o un protocolo propio, en base al cuidado y la solidaridad hacia la persona o la familia afectada, por ejemplo, preparar el espacio de aislamiento para el ser querido.

     Familiarizarse con los protocolos establecidos por las autoridades para los casos de defunción por COVID-19. A la par debería generarse un protocolo propio para afrontar en caso de urgencia sobre las medidas de protección sanitaria en el manejo del cuerpo. Un aspecto muy importante a nivel comunitario es generar una red de apoyo social, aunque no presencial que genere un ambiente de acompañamiento y contención a la familia que sufrió la pérdida, principalmente, en los ritos funerarios a través de actividades alternativas al velorio y al entierro: música, listones, dibujos de los niños, homenajes a las personas.


  1. COMUNICACIÓN Y SENSIBILIZACIÓN

       Herramientas como los grupos de WhatsApp a nivel comunitario deberían aprovecharse estratégicamente para difundir información positiva y afectiva, pese a que hay incertidumbre, estos canales deberían servir para transmitir información confiable y responsable, que refuerce la solidaridad, la organización y sensibilice a la población de la importancia de respetar las normas de seguridad como el distanciamiento social, el uso de barbijo incluso en un radio de acción cercano a nuestras viviendas. Difundir mensajes que desactiven prejuicios racistas y discriminatorios hacia ciertos segmentos de la sociedad que son más vulnerables en este contexto.
       Generar estrategias para recrear y fortalecer los lazos sociales aprovechando la tecnología para encontrar respuestas colectivas a los problemas que se vayan identificando a raíz de la crisis.

  1. CONTROL EN VENTA Y COMPRA DE ALIMENTOS
     Generar un protocolo desde la comunidad, ayllu, barrio y zona que precautele la compra y venta de alimentos, respete la distancia social y que tanto vendedores y compradores usen barbijos.

     Desarrollar estrategias zonales para garantizar una frecuencia prudente (diaria o semanal) en la oferta y venta de alimentos que evite constantes salidas y aglomeraciones de las personas y familias.

     Las directivas de los mercados, los productores y las empresas distribuidoras de alimentos deben generar planes para realizar su trabajo a la vez de respetar aquellos generados por la comunidad, ayllu, barrio y zona respetando la distancia social, uso de barbijo y aminorando el riesgo rante sus actividades.
     Recomendar y difundir prácticas alimentarias en la comunidad, ayllu, barrio y zona que contribuyen a reforzar el sistema inmunológico (consumo de frutas, hortalizas, legumbres y cereales). Al respecto, existen gran cantidad de alimentos ricos en nutrientes y accesibles al bolsillo de la población.

  1. MEDIDAS PARA LEVANTAR LA CUARENTENA PROGRESIVAMENTE
Muchos países están prorrogando la cuarentena. Sin embargo, en algún momento tendrá que ser levantada, y cuando eso pase, las medidas de cuidado y protección en la comunidad, ayllu, barrio y zona deben mantenerse y la transición debe hacerse gradualmente y de manera organizada. Para este propósito, todas las organizaciones sociales deben generar un plan donde se considere y enfatice:
     Proteger los  miembros más vulnerables dentro la familia, comunidad, ayllu, barrio y zona.
     Cumplir el distanciamiento social, lavado de manos, el uso del barbijo y desinfección de espacios.

     Manipulación de productos respetando las normas sanitarias

     Un sistema de transporte distanciado

     Coordinación constante con las instituciones municipales, departamentales y gubernamentales.
A su vez es urgente que:
     Las universidades y los profesionales se organicen a partir de sus disciplinas para brindar soluciones y respuestas urgentes a la pandemia.
  
     Las ONGs deben coadyuvar con las organizaciones sociales desde los temas que trabajan.
Se debe advertir que el gran desafío para implementar los planes y aprovechar la capacidad organizativa de la población, tiene que ver con realizar reuniones con representantes. Estas actividades pueden ser riesgosas, por lo que deben tomarse las medidas necesarias para la bioseguridad, o disponer de sitios donde puedan usar medios digitales de comunicación, con asistencia y herramientas suficientes.
Todas estas actividades y planes deben estar en estrecha coordinación con los gobiernos municipales, departamentales, el gobierno, la policía, las FFAA y el sistema médico para que tengan éxito.
Finalmente mencionar que esta propuesta es preliminar, debe ser enriquecida pensando en la participación de la sociedad organizada, los pueblos indígenas, los trabajadores, hombres, mujeres y niños, para hacer frente a la pandemia.


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