Por Sergio Richard Romero Nina[1]
Las actividades para el tiempo de siembra tienen su
inicio en el Churi (que significa último, por ejemplo churi wawa: ultimo hijo)
conocido por más como la “fiesta de rosario” que hace referencia a los últimos
vientos que empieza con la última luna nueva
antes de la siembra, que se expresa en la región en el t’inku de aymaya “con la
entrada de jula jula”, que como ya sabemos, es una expresión del tiempo de
viento.
Lo que en las crónicas de Guamán Poma es identificado como
Ayamarq`ayKilla, en quechua, y Wiñay Pacha, Amay Pacha, en aymara, siendo que el
jatun ayllu Chayanta que ésta a su vez es la parcialidad manqhasaya de la
nación Charkas es un territorio ancestralmente Aymara, pero con las diferentes
migraciones pre y post colonial tiene una gran influencia quechua por lo cual
son válidas y entendidas por la gente ambas formas de expresar este tiempo.
Amaypacha = tiempo de los difuntos, que según costumbres
se solía sacar el cuerpo físico de los difuntos para hacerles bailar, cantar,
beber, etc., haciéndoles partícipes de las ritualidades en el inicio de la
siembra, preparándoles una mesa para su llegada en espíritu.
Wiñaypacha = entendiendo el wiñay como el crecimiento o
inicio del tiempo de crecimiento o cuidado de nuestras siembras o todo lo que
nos rodea, entendiendo que si la madre y padre tierra “pachamama-pachatata” nos
cuida nosotros en sentido de reciprocidad también debemos de UYWAR “criar” en
el WIÑAY de todo lo que habita en nuestro entorno. Ésta se expresa en el sentido
de crianza que se enseña desde que somos niños y también en el valor simbólico
que tiene la t´ant’a wawa, esta fiesta tiene su gran importancia ya que tiene a
la semilla como principal símbolo que es puesto en las mesas preparadas para
llegada de los difuntos.
Ayamarq´arkilla = aya es entendido como difunto o muerto,
aunque también es relacionado al ayar entendido como criar de las wawas,
educarles y tiene su origen en la leyenda del “ayar manco” en la leyenda de los
4 hermanos ayar, siendo su significado grande, fuerte o picante de ahí la
palabra ayar achu (ají picante).
Aya = difunto o ayar = grande
Marq´a = territorio o espacio
Killa = tiempo lunar o mes
Entonces se podría entender a estas fiestas como: “el
tiempo de los difuntos”, “el tiempo de lugar de los difuntos”, “el gran tiempo”.
Claramente es difícil poder expresar en el habla
castellana el significado o como se entiende este tiempo o esta fiesta y su
ritualidad para nuestros pueblos. Existe una mejor expresión o comunicación de
forma práctica.
Para una mejor producción necesitamos que exista una
buena lluvia “sumaj paray”, que el tiempo de lluvia “paray pacha” sea
abundante.
El ayarmarq´apacha y el paray pacha.
Una influencia más benigna de la fuerza que tiene el
terreno o espacio de los difuntos en este tiempo se evidencia en una lluvia
abundante antes y después de la siembra.
Por eso es importante agradar o festejar con mucha
energía en el festejo de la fertilidad y su relación que tienen con los
ancestros, para dar vida tiene que haber una relación armónica de la pacha en
su totalidad “alaj pacha-kaypacha-ukhupacha” entonces en esta fiesta se hace
mayor hincapié en el alaj pacha y su relación con la lluvia “paray”.
Aquí ya se siente la presencia de ese mundo “el ALAJ
PACHA” con la llegada de vientos y con anticipación se realiza el preparado de
los manjares que estarán en las mesas que se preparan para los difuntos (las
diferentes masas y dulces).
El 1 de noviembre por la mañana se recibe a los
visitantes difuntos y vivos con el UCHU-CHIKUY, festines de ají, que se
relaciona con la fuerza, usualmente el ají es utilizado para revitalizar el espíritu,
se procede a las ch´allas y rezos que son retribuidos con masas “t´ant’a wawas,
bizcochuelo, muk´us”.
El 2 de noviembre se visita el ayarmarka o cementerio
(donde se encuentran los difuntos) llevándoles flores y todo lo que estaba en
la mesa que se les preparo.
El 3 de noviembre cobra mayor sentido la celebración de
la fertilidad en lo que se conoce como el TURUCHIKUY. Entendiendo el turu = como
el toro utilizado en el arado que simbolizado en una aguja, como se sabe el
falo es visto como un símbolo de fertilización al igual que las yuntas
(herramienta utilizada en el arado) o las chaqitaclla herramienta precolonial.
Entonces el turuchikuy es una invitación a que seas parte
de esa fertilización, la ritualidad comienza con el enlazado y después se
invita turur bebiendo alcohol “alejar lo malo” y chicha “llamar lo bueno”, al
practicar esta ritualidad el invitado es turu o puede ser turudo. Es en esta
ritualidad donde se muestra los textiles y las vestimentas tradicionales en la
región y se ve con mayor fuerza el sentido de la dualidad propia.
Todos estos días es acompañado por el pinkillu que es
propio del tiempo del jallu pacha que como se evidencia es el TIEMPO DE LOS
ANCESTROS, TIEMPO DE LLUVIA.
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