Así pues, necesitando un príncipe saber hacer buen uso de la
bestia, debe entre todas secundar a la zorra y al león, porque el león
no se defiende de las trampas, ni la zorra de los lobos. Requiere, por
tanto, ser zorra para reconocer las trampas, y león para amedrentar
a los lobos.
NICOLÁS MAQUIAVELO
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