En la madrugada del 24 para el 25 de junio, en la
frontera entre el Estado Español y Marruecos (norte de África), un grupo de
migrantes fue violentamente reprimido por las fuerzas militares de ambos
países. La masacre contra los migrantes que intentaban cruzar la frontera dejó
más de treinta muertes en una valla y centenares de heridos. Las imágenes que
han sido difundidas por las redes sociales muestran cuerpos negros amontonados,
el dolor de las familias, imágenes que diseñan lo que bien conocemos: el racismo
hacia los pueblos africanos, el colonialismo y el genocidio como instrumento de
represión.
El presidente del Gobierno Español, Pedro Sánchez
(PSOE), se pronunció sobre la masacre criminalizando a los migrantes y alabando
la acción de las fuerzas opresoras del Estado Marroquí, en sus palabras: “Si ustedes ven las imágenes, verán que la gendarmería
marroquí se ha empeñado a fondo en tratar de evitar este asalto violento a la
valla de Melilla. Es importante reconocer el extraordinario trabajo que están haciendo
las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado en Melilla, en la lucha contra la
migración irregular, y también reconocer el trabajo que ha hecho el Gobierno
marroquí para tratar de frenar un asalto violento que pone en cuestión nuestra
propia integridad territorial”[1].
Sánchez caracteriza a la acción de la gente que intentaba cruzar las fronteras
como “asalto violento”, pero desconsidera la masacre que provocó las “fuerzas
de seguridad”. Esta preocupación de Sánchez por su “integridad territorial” en
contra de la entrada de personas africanas al territorio español va a
contramano de todos los procesos de recolonización que nosotros sufrimos desde
nuestros territorios, desnuda el racismo de un Estado opresor que no acepta que
los pueblos que siempre han oprimido ocupen el mismo espacio que ellos. El asalto
que nosotros vivimos desde nuestros territorios es histórico, un asalto que
siempre utilizó el racismo como instrumento de opresión y que delimitó
fronteras donde los cuerpos racializados son aceptos, y oportunos, y donde no.
Como colectivo, nos solidarizamos con las
vidas de la gente caída en la masacre de Melilla, sabemos que el racismo que
nos toca desde Latinoamérica es el mismo que cierra las fronteras de Europa
hacia África, de México hacia Estados Unidos; es parte del colonialismo que
explota nuestros territorios con extractivismos, que utiliza nuestra fuerza de
trabajo, y que ponen trabas en nuestros pasaportes con visas imposibles, que
construyen muros y cercas de alambres de púas vigilados por militares armados,
para que no ocupemos el mismo espacio que ellos.
Migrantes retenidos por las fuerzas de seguridad marroquíes junto a la valla de Melilla. ASSOCIATION MAROCAINE DES DROITS HUMAINS ctxt.es - 25/06/2022 |
Nuestra solidaridad a las familias y a los heridos en la frontera de Melilla.
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