Por: Iván Apaza-Calle
La colonización en
América iniciados en 1492, trajo diversas consecuencias para los habitantes de
estas tierras, esa estructura colonial implantada por los españoles, en la
actualidad a un siguen vigentes, es decir los pueblos autóctonos existen bajo
una totalidad colonial y no han concluido su liberación, como sucedió con otros
continentes como el África y Asia.
La situación
colonial, produjo varios factores negativos en la existencia de los
colonizados, ya que esa existencia bajo este contexto, es opresión, explotación
y dominación, que viene siempre acompañada de violencia; la condición de los
autóctonos no es una situación libre, sino es una condición de indio, esta categoría impuesta por el
colonizador surge para legitimar la colonización; es una constante de la
totalidad colonial, “El indio nace
cuando Colón toma posesión de la isla Hispaniola (sic) a nombre de los Reyes
Católicos. Antes del descubrimiento europeo la población del Continente
Americano estaba formada por una gran cantidad de sociedades diferentes, cada
una con su propia identidad, que se hallaban en grados distintos de desarrollo
evolutivo: desde las altas civilizaciones de Mesoamérica y los Andes, hasta las
bandas recolectoras de la floresta amazónica. Aunque había procesos de
expansión de los pueblos más avanzados (incas y mexicas, por ejemplo) y se
habían consolidado ya vastos dominios políticamente unificados, las sociedades
prehispánicas presentaban un abigarrado mosaico de diversidades, contrastes y conflictos
en todos los órdenes”[1].
Evidentemente, en una situación colonial el colonizador se
diferencia del colonizado atribuyéndoles una carga negativa a la sociedad que
invaden violentamente, el racismo que estos crean es un racismo que justifica
la opresión[2],
esta cuestión de la diferenciación de los españoles sobre los indios, fue algo
particular cuando Hernán Cortez invadía a los aztecas así como Francisco Pizarro a los inkas.
La invasión colonial, siempre fue un acto de violencia, “por
la fuerza y con violencia: se han aniquilado físicamente pueblos enteros y se
han diezmado otros”[3]. Tzvetan
Todorov en un trabajo singular “La conquista de América. El problema del
Otro”[4],
analiza sobre esta cruel matanza que las huestes españolas hicieron con los
aztecas, y los efectos de estas en los mismos colonizadores, y un ejemplo claro
es la misma defensa del padre Bartolomé de las Casas a los indios; es decir
dentro de los colonizadores existió doble bando los que eran sentimentales con
las crueldades que sufrían los indios por parte de los invasores y los crueles
que no les interesaba nada sino la sed de oro pero claro que estos dos grupos
tenían un único objetivo la colonización.
El punto de partida de estos bandos era simplemente único al
igual que sus objetivos, solo que ambos tomaron caminos diferentes, el uno
colonizando pacíficamente predicando las palabras del cristianismo y el otro
violento, pienso que ambas siempre fueron complementarias en la colonización,
porque ambas vías de colonización partían
desde el mismo colonizador “la postura valoradora y defensora de lo
indígena fue tan temprana como la misma conquista. Dos grandes cuestiones
polarizaron, en el siglo XVI, el problema de las relaciones entre los dos
mundos que se encontraban: el problema de los justos títulos y el de la
libertad personal del indio”[5].
Esta última fue muy empleada por el padre Bartolomé De Las Casas y el otro
Francisco de Victoria[6],
en esta cuestión, así el movimiento indigenista encontrará así sus raíces en el
pasado histórico americano[7].
En esta sección
tomaremos como análisis los años 1921-1924 de la política mexicana precisamente
en el aspecto educativo cuando Vasconcelos fue Ministro de Educación.
Vasconcelos entiende a la educación como un medio y no un fin de la cultura[8]
dentro de este cargo importante, implanto una política educativa en México,
estas se caracterizaron por sus
atenciones a los más desamparados es decir los indígenas, en casi tres
años el misterio de educación había transformado toda la política
educativa en México, creando escuelas dotando de bibliotecas,
construyendo instituciones de formación de maestros, en esa época el Departamento
escolar había aumentado casi en un 50% el número de escuelas, maestros y
alumnos.
Sin embargo, aquí no
nos sumergiremos en estas políticas sino que nuestro objetivo es analizar el
pensamiento pedagógico que tenía Vasconcelos en esta legislatura, es decir como
interpretaba o pensaba la educación para los indios que eran los más
explotados. Todo este pensamiento de Vasconcelos dejo en sus escritos que
fueron recogidos en un volumen bajo el título“Textos sobre educación” (1981).
¿Qué
hacer con los indios y para qué?
El pensamiento
pedagógico de Vasconcelos, es una ideología que pretende civilizar al indio
como si este no fuera civilización, es decir, asimilarlo a la cultura
occidental, para lograr tal objetivo es necesario la educación, la escuela
sirve en Vasconcelos para adoctrinar a los niños con el fin de que estos ya
siendo ciudadanos o en caso del indio ciudadanizado. “Cada niño—expresa Vasconcelos— lleva en sí potencialidades
para la adaptación al ambiente social y también potencialidades para
transformar la sociedad”[9], la
adaptación del que está hablando Vasconcelos es simplemente la asimilación de
la cultura de los colonizados al de los colonizadores, en efecto se conocería a
esta como una forma de colonización. Además Vasconcelos no simplemente busca la
asimilación sino que a través de esta, explotar la mano de obra del colonizado
y de manera urgente en su calidad de Ministro, esto es lo que dice:
“La mayor urgencia de nuestra escuela
es poner a trabajar estas manos de nuestra raza, que están ociosas desde que la
conquista, puso a trabajar al indio y al negro en beneficio de la clase urbana”
[10]
Similar
al pensamiento de Franz Tamayo[11],
quien concebía al indio como una fuerza nacional, energía nacional, que solo
sirve para trabajar, Vasconcelos de la misma forma piensa que el indio
simplemente sirve para trabajar y rematando el asunto en el México de su época
es mano ociosa. No cabe duda que
México desde su fundación nació con características coloniales y esas
particularidades no son acto de magia sino es el mismo Estado colonial, que da
continuidad a la colonización, dicho de otro modo “la evolución de México está
determinada en gran medida por un pasado colonial que pone frente a frente a
pueblos étnicos—las culturas mesoamericanas— con desniveles muy pronunciados”[12].
Vasconcelos
tiene una mirada pedagógica orientada hacia Europa, trata de educar a los
indígenas a través de la cultura europea, por su mente no pasa ningún átomo de
crear o inspirarse en la educación de los pueblos autóctonos de México, esto
está fuera de su alcance en tanto que parte desde una lógica colonial. El
colonato mental de Vasconcelos no simplemente abarca lo que es en pensamiento
sino que va más allá de las ideas llega hasta la educación del cuerpo; el autor
de “Raza cósmica” con respecto a este asunto, expresa que “en el
gimnasio conviene la disciplina espartana y en el aula ha de prevalecer la
disciplina ateniense”[13].
El pensamiento pedagógico de Vasconcelos que busca cambiar la sociedad
mexicana, se pasea por el continente europeo, busca soluciones en Europa, de
ahí que, “…el hombre más representativo de México, fue como Sarmiento, Tamayo,
Gonzales Prada o Mariategui, un
europeizante a carta cabal. Idolatra del Occidente. Su europeísmo llego al
delirio. Hizo editar libros de los filósofos griegos en profusión inaudita; que
en carretas se distribuía gratuitamente por las calles de las ciudades y las
aldeas rurales. Estaba convencido de que la cultura occidental, era el único
medio para ‘civilizar y asimilar’ indio. Civilizar con el alfabeto del
conquistador europeo”[14].
Una cosa es tratar de europeizar como Vasconcelos a través de la educación
editando libros y mecanizarlos con esa mentalidad y otra ser universales, es
decir, recordando las palabras de Vargas Llosa, tener bien los pies en la
patria como las raíces de un árbol, abrir y expandir nuestras ramas a otros
conocimientos de otros pueblos. Esta mentalidad en Vasconcelos no simplemente
queda ahí en las descripciones que hace Reinaga sino incluso califica a los juegos infantiles del Otro como
civilizados, cosa que los indios no poseen.
“Los juegos infantiles de los pueblos
civilizados producen alegrías fecundas que desconoce el niño salvaje. Se
mantiene este triste porque su imaginación carece del auxilio de la experiencia
jocosa acumulada en la cultura. En cambio, el niño civilizado encuentra en el
ambiente familiar y escolar estímulos de diversión que le siguen hasta en sus
horas de soledad”[15]
La
política educativa Vasconcelista en México, es en una palabra una política
indigenista en el fondo, es decir recupera esa actitud compasiva al indio
como el cura Las Casas; su objetivo es
re colonizar a los pueblos autóctonos en México no liberarlo a través de la
educación dándole su propio alfabeto, la educación indigenista da el alfabeto
del colonizador al colonizado como hizo Vasconcelos[16].
El
indigenismo educativo de igual forma que el político trata de asimilar al
indio, Vasconcelos dirá al respecto que “nosotros deseamos educar al indio para
asimilarlo totalmente a nuestra nacionalidad y no para hacerlo a un lado. En
realidad creo que se debe seguirse, para educar al indio, el método venerable
de los grandes españoles, que como Las Casas, Vasco de Quiroga y Motolinia,
adaptaron al indio a la civilización europea, en lugar de borrar a los naturales o de reducirlos al aislamiento”[17]
En
efecto la política educacional de José Vasconcelos es indigenista, continuador
de la colonización pacifica al estilo del padre Las Casas en la época de
invasión, solo que, las acciones de Vasconcelos son más sofisticadas y por
supuesto de forma mejorada, pero con los objetivos mismos de colonizar. De ahí
que, todo indigenismo, sea del colonizador o del colonizado viene a reforzar la
política colonial.
[1] BONFIL Batalla Guillermo, “El
concepto de indio en América. Una categoría de la situación colonial”, En:
Anales de antropología, vol. IX, 1972, p. 110, 111
[2] Cf. MEMMI Albert, “El hombre
dominado. Un estudio sobre la opresión”, Madrid: EDICUSA, 1972.
[3] BONFIL Batalla Guillermo, “La
nueva presencia política de los indio: Un reto a la creatividad latinoamericana”,
México: Libros de
México, 1981, p.175
[4]Cf. TODOROV Tzvetan, “La conquista de América. El problema del
otro”, México: Siglo XXI, 1987.
[5] BALLESTEROS Manuel y ULLOA Julia, “Indigenismo
americano”, España: Cultura hispana, 1961, p., 206
[6] DE VICTORIA Francisco, “Relecciones sobre los indios y el derecho de guerra”, Argentina:
Espasa-Calpe, 1945
[7] Ibíd., 212.
[8] VASCONCELOS José, “Textos sobre
educación”, México: Fondo de Cultura Económica, 1981, p., 142.
[9] Ibíd., p.74
[10] Ibíd., p. 76
[11] Cf. TAMAYO Franz, “Creación de la pedagogía nacional”, Bolivia:
JUVENTUD, 1993.
[12] GONSALO Aguirre Beltrán, “El
pensar y el quehacer antropológico en México”, Puebla: BUAP, 1994, p., 15
[13] VASCONCELOS José, Ob. Cit.,
p., 126
[14] REINAGA Fausto, “El indio y los
escritores de América”, Bolivia: PIB, 1968, p., 117.
[15] VASCONCELOS José, Ob. Cit.,
p., 128
[16]Ibíd., p., 291.
[17] Ibíd., p., 292.
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